Como todos los años, cuando se acerca la fecha de mi cumpleaños, realizo un ejercicio de conocimiento personal. Táchenme de loca, mándenme a los enfermeros con la camisa de fuerza a la puerta de mi casa, retírenme la palabra, actúen como crean conveniente al conocer un poco más de mi, pero ... esta vez me apetece hacer pública mi evaluación personal.
El ejercicio es simple, me pregunto y me respondo, me cuento mi vida, me la cuestiono, me felicito cuando algo de lo que me cuento considero que ha salido bien. Me enfado al identificar los errores cometidos, los olvidos, las perdidas. Me vuelvo a asustar cuando hablo de miedo, de los miedos que me acompañan.
Identifico situaciones como errónea otras como acertadas, aprendo de mi lo que me han enseñado los demás.
No sé donde me llevaran mis palabras, no sé si sacare algo más en claro, no sé si lo que voy a hacer es confundirme un poco más no sé ... ese es el estado que me acompaña, el estado de no saber donde me están llevando mis pasos.
En qué acaba la incertidumbre; Tal vez en certidumbre o es posible que nunca acabe.
Han sido tantos cambios en tan poco tiempo que ... no sé por donde comenzar, han sido tantos objetivos pasados por alto que .. no sé cual es el primero que tengo que evaluar ...
Ultimamente me encuentro cansa pero con fuerzas y ánimos de caminar.
Hablo y hablo y hablo y hablo y hablo un poco más, proceso, miro, analizo, actúo, grito, pero ... siempre me queda algo pendiente. Muchas cosas me rodean pero tengo una sensación de vacío inmensa. He pasado a depender de una agenda, siempre he tenido una pero nunca dependía de ella, realmente ella dependía de mi, de que mi cabeza se fuera y la llenara de garabatos, esquemas, ideas, bocetos, teorías ilógicas esperando ser refutadas algún día ...
Mi trabajo ha cambiado, los objetivos de encontrar una media jornada para poder pagarme la segunda carrera e intentar terminar la primera, se han cumplido. Fue un empujón, en plenos exámenes ... vino como agua de mayo,... de junio mejor dicho; un turno de 8:30 a 14:30, 15 días de una baja, una sustitución de un mes, un cambio de turno de 15:00 a 20:00 en pleno agosto, el miedo de qué va a se de mi cuando pase el verano y no queden puestos que sustituir, los cabreos y berrinches que me acompañaban a casa por el mal funcionamiento en la coordinación, las herramientas de trabajo, ... terminaron con un contrato hasta fin de obra. No es mucho, ¿o si? pues si lo es, si tenemos en cuenta que la empresa que me contrata es a su vez contratada por la Administración Pública y esta garantiza en los pliegos del contrato, el mantenimiento de la plantilla en al menos un 90%, cruzo los dedos y trabajo para no entrar en el 10% restante.
Mientras aprendo a trabajar, a ser buena en mi trabajo, a relacionarme dejando a un lado los a prioris ajenos, a mirar con mis ojos y no con las palabras de los demás, a disfrutar de lo que hago, de la ayuda que doy a otras personas ... me vuelven a cambiar las cosas, el ambiente se crispa, la empresa cambia, los sindicatos invaden la oficina, las compañeras inventan bulos, el miedo a la perdida del trabajo está presente.
¿puede alguien tomarse una situación así con calma? Sí, el que ya ha pasado por una pero ... y ¿el qué no la ha pasado? Fueron días tensos pero tan útiles ... me sirvieron para observas un grupo de personas, de crearme mis perfiles, de identificar las necesidades, aptitudes, inquietudes, pero sobre todo pude darme cuenta de que existe gente, como dice mi gran amigo Juno, con un chicle de fresa en el cráneo!
Se vuelve a una falsa normalidad hasta que llega otro cambio
ME ASCIENDEN, estaba al tanto de los movimientos que se producían en la oficina, pero yo era feliz peleándome por un horario de desayunos más equitativo, escuchando llamada tras llamada un muchas gracias señorita muy amable ...
Ahora soy más feliz pero me cuesta disfrutar esa felicidad, me la bloquean por momentos, estoy permitiendo a mucha gente que pise mis baldosas amarillas, ahora tengo por seguro que todos llegaremos al castillo del mago, el que dará corazón a la que no lo tiene, valor a la miedosa, y las que tienen un chicle, lo mismo se lo piensa y les da cerebro.
Se me ha presentado una oportunidad que nadie en su sano juicio (el mío aunque disperso está sanísimo) desaprovecharía. He asumido responsabilidades, he entrado dentro de un organigrama, estoy aprendiendo, estoy formándome y formando, estoy conociendo cientos y cientos de cosas, más o menos útiles, estoy haciéndome un hueco pequeño en una gran estructura, la cual conforma una gran institución que a su vez trabaja para otra gran institución.
Estoy disfrutando como una cochina, siiiii lo se cada vez que saco el tema me quejo, no puedo evitarlo es un vicio que he adquirido con los años. Si si me quejo y me quejaré, porque hoy veo tres cosas mal, intentaré solucionarlas, cuando ya las tenga listas, veré otras seis y así sucesivamente. Esa pauta da lugar a un proceso que me da el bagaje, que me hace fuerte, el que me permite mirarme ahora mismo a la cara y verme.
Ver una mujer joven, con las ideas claras, aptitudes que ya no se va a conformar con poco. Me siento segura de mi misma, ya no tengo una cara de amargada y mal follada, (este tema luego lo tratamos), la sonrisa telefónica típico tópico de telemarketing me acompaña. Tengo capacidad y fuerza para demostrarles que la ultima en llegar, la niñata no es tan niñata.
El trabajo me tiene absorta - ESTO ES UN PROBLEMA ¿cómo darle solución? Fácil, el rol laboral queda limitado de 9 a 15!
Dedico demasiadas energías y no las puedo desperdiciar.
Me he pasado por repografía, he completado las lecturas y apuntes que me faltaban, he preparado un par de prácticas, he ordenado el montón de folios que tenía apilados desde hace semanas en el escritorio y ... el rol académico también a vuelto a formar parte de mi agenda. Si de ella dependo, que sea una dependencia lógica y productiva, ya no vale un bueno ... tengo que hacer esto ... ya empiezo mañana!
NO, el determinismo y la decisión van a ser mis nuevos compañeros de viaje.
Es estrictamente necesario empaparse de nuevos métodos, teorías, sistemas, ... ya he aplicado todo lo que se ... necesito saber más
He obtenido resultados, ahora hay nuevas metas
y ... que pasa ... con ...
... los amigos cambian, unos se van, otros se quedan, van y viene sin preguntar, o simplemente aparecen nuevos, el juego social es así. Los planes de futuro con algun@s se hacen reales, la experiencia de la búsqueda de la independencia vuelven a estar presentes. Ha vuelto la ilusión y las ganas de compartir, un baño, una cocina, sensaciones y experiencias que no me voy a imaginar, voy a dejar que vengan solas. Que bonito es conocerse, gracias por hacerme sentir más viva.
... las fiestas y charlas sin sentido, tienen su propia idiosincrasia, vienen y se van según la época del año, las ganas y el dinero de la cuenta.
... los besos, los abrazos y los polvos sin compromiso ... con lo personal, con lo intimo, con el sentimiento y la sensibilidad ... se me ha olvidado como se juega ... tengo que esperar que a alguien le apetezca enseñarme de nuevo las reglas.
