UN ADIOS ANUNCIADO

20 de octubre de 2002 nuestro primer beso, una conexión inexplicable.

Un almacén, cómplice de nuestro secreto.

Las escapadas a la luz de la luna, impregnadas en alcohol y el humo del hachís.

Una tarde en la playa, a nuestra manera.

Un toque ya entrada la madrugada.

Sentirte sin tenerte, sólo con un mensaje.

Necesitarte, atraparte, perderte, odiarte, quererte, olvidarte.

Volver a necesitarte.

Tus ojos.

Tu respiración.

Tus manos.

Mi pena silenciosa cuando cerrabas la puerta.

Me gusta verte, y me gusta no verte.

¿A dónde vamos?

¿Qué esperamos?

¿Qué buscamos?

¿Qué te hace tan especial?

Tal vez sea el no querer saber el que nos hace desearnos, o el qué me hace desearte.

Pero ... ¿cómo te deseo?

No eres mi fin, no eres mi objetivo, no eres él, sólo somos amantes.

¿Quiero seguir siendo tu amante?

¿Me conformaré con tan poco?

NECESITO ALGO MÁS

¿Me lo das?

¿Te lo podré pedir?

Me embriagan todos nuestros momentos, me aterroriza perderlos.

Nunca he visto dolor en tu mirada, ni pena,ni angustia.

He visto deseo, complicidad, felicidad, tranquilidad, seguridad.

He visto en ti el tipo de hombre que entraría en mi vida y también al que no lo haría pero...

¿cuál es el tipo de hombre que me tiene que dar la vida?

¿Eres tú o soy yo?

Lo dejamos en tablas.