eL oTro DíA

En la parada del autobús con la mirada perdida

Llega uno de tantos 

Se baja un señor con mucho porte, pelo completamente blanco, ojos azules, traje marrón oscuro, abrigo color camel, y sombrero gris 

Lo miro como aquel que mira un jeroglífico en el periódico 

Me mira 

Le hago un gesto amable con el rostro 

Se acerca 

- Te encuentras bien 

Me extraño 

- Si claro, un día cansado. Muchas gracias. Sonrío 

- No tienes buena cara, te puedo preguntar en que trabajas, si no es indiscreción 

Me clava sus ojos azules, todo mi ángulo de visión se reduce a ellos

... a ver como le explico a este señor que soy formadora  en una empresa de telemarketing, que me dedico a enseñar a la gente a trabajar, resumiré 

- Soy profesora

- Por eso entonces tienes esa cara, los niños dan mucha guerra

(Y mis compañeras más, pienso pero no respondo) 

Sonrío 

- Que tengas un buen día; me desea y se marcha regalándome una sonrisa

Se la devuelvo

Extraña la sensación que paladeo, estoy riendo 

Vuelvo a mi estado comatoso 

Como dijo ... en aquel lugar

 en el que se comía caldo con pelotas con los dedos

Nunca sabes donde te vas a encontrar 

con tu ángel de al guarda.